martes, 14 de diciembre de 2010

El desconcierto

Estamos viviendo una época singular, o al menos así nos lo parece, por los cambios que se producen, cada vez más acelerados y cada vez más globales.

Las nuevas tecnologías, la innovación colaborativa, la emergencia asiática, el fanatismo integrista, los flujos migratorios, la gran recesión, la crisis subprime, la web 2.0, google, ipad... conceptos de desigual trascendencia se meten en el mismo saco cuando se analiza el contexto y nos situamos ante la encrucijada de la toma de decisiones como organizaciones, empresas o personas.

Y sin embargo...

Las personas seguimos buscando las mismas cosas en la vida desde hace unos 5000 años. La cuchara sigue siendo un instrumento útil y la rueda el mejor modelos de soporte para el movimiento. Creo que estamos en un momento en el que hay que tomar aire y volver a situar las prioriades y sobre todo los criterios esenciales: Verdad, unidad, belleza y bondad en la base Aristotélica, añadiendo la libertad y la justicia ,quizás nos ayudaran a situarnos mejor ante el desconcierto.

Espero que no se interprete la reflexión como un freno a la innovación o a la creatividad. Muy al contrario. Ambas competencias han sido y siguen siendo fundamentales para el ser humano y debemos potenciarlas, saliéndose del todo vale, o mas bien el nada vale actual, para resituarlas al servicio de lo esencial.

Quizás así acabemos menos desconcertados y un poco más cerca de la felicidad.

jueves, 28 de octubre de 2010

PAZ

Muchas personas de buena fe que han podido pensar en la guerra (la de Irak o la de Afganistán, o la que ustedes tengan en la cabeza) como en un ejercicio necesario para la estabilidad de un país o de una región, se han visto sorprendidos por las revelaciones de Wikileaks sobre Afganistán o Irak.

Las últimas informaciones secretas difundidas nos acercan a la cifra de 110.000 muertes en Irak producidas por la contienda, muchas de ellas civiles. Además nos presentan y reflejan las violaciones constantes de los derechos humanos y de la dignidad de las personas.

Es un ejercicio de madurez encontrase con la imagen real de la brutalidad que supone una acción armada, lejos de la idealizada visión del héroe sacrificado y el compañerismo.

Las guerras, cualquier guerra, es cruel, dañina, mutiladora y sanguinaria... debería ser el último recurso depués del último recurso. Y ni aun así...

Falta imaginación y voluntad para superar conflictos.

Pensemos o soñemos tal vez que, a pesar de todo, el ser humano sea extraordinario.

No es una reflexion cercana al mundo de las organizaciones y los RRHH pero para mi al menos era necesaria.

sábado, 9 de octubre de 2010

HappyShifting!

Dale el video... y disfrútalo!

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